Más allá de los propósitos imposibles, o aquellos propósitos olvidados a lo largo del año, te invito a continuar con el único propósito que nos empuja a fabricar nuestros nuevos propósitos cada año: ¡Vivir!
Vivir la vida, tu vida; con los momentos agradables y desagradables, con los logros y los fracasos, con el aprendizaje y el crecimiento. Cada día es una oportunidad para explorar, conocer y crear tu vida.
¡Gracias por tu presencia en este blog y feliz año nuevo!